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Lux Ad Lucem

Blogue de opinião e divulgação.

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24.Jun.09

Falha da sociedade?

 

A pobreza é uma falha da sociedade ou não será antes uma consequência e condição da sua organização actual?

Com muito significado é também a referência aos trabalhadores que são pobres, apesar de terem emprego.

 

Faz recordar imediatamente algumas afirmações, de alguns senhores bens instalados na vida, de que os trabalhadores já deviam estar muito agradecidos simplesmente por ter emprego.

 
23.Jun.09

Crisis sistémica global: El impacto conjunto de las tres « olas monstruosas » del verano 2009

 

- Nota publica de GEAB N°35 (Edición especial Verano 2009 - 18 de junio de 2009) -
Tal como lo viene anticipando el LEAP/E2020 a partir de octubre de 2008, en vísperas del verano boreal 2009 la cuestión de la capacidad de Estados Unidos y del Reino Unido para financiar sus déficits públicos, ya descontrolados, se ha impuesto como la cuestión central en el debate internacional, hechos que abren el camino al doble fenómeno de una cesación de pago de Estados Unidos y del Reino Unido de aquí a fines del verano de 2009.
Así pues, en esta fase del desarrollo de la crisis sistémica global, contrariamente al discurso mediático y político dominante, el equipo del LEAP/E2020 no prevé en absoluto el inicio de la recuperación después del verano boreal de 2009 (ni en los próximos doce meses) (1). Al contrario, a causa de la falta de un tratamiento de fondo de los problemas cuando comenzó la crisis, consideramos que en este verano se producirá la convergencia de tres « olas gigantes » (2) particularmente destructivas, reflejando la continuidad de la profundización de la crisis, que originará en los meses de Septiembre/Octubre de 2009 convulsiones históricas. Como ha sido desde el principio de esta crisis, no todas las regiones del mundo se verán afectadas de igual forma (3); pero, para nuestros investigadores, todas, sin excepción experimentarán una gran degradación de su situación de ahora a fines del verano de este año (4)
En Estados Unidos como, en particular, en el Reino Unido, el colosal esfuerzo financiero público realizado en 2008 y a principios de 2009 beneficiando únicamente a los grandes bancos alcanzó tal grado de impopularidad, que en esta Primavera boreal de 2009 se tornó imposible proyectar nuevas inyecciones de fondos públicos en provecho de los bancos, que seguían insolventes (11). Entonces se volvió imperativo instrumentar un « hermoso cuento de hadas » para impulsar al ahorrista medio a inyectar sus propios fondos en el sistema financiero. A golpes de los « green shoots », de los índices bursátiles empujados hacia arriba sin verdadero fundamento económico y los « reembolsos anticipados de fondos públicos », se lo puso en marcha. Así, mientras que los grandes inversores de las monarquías petroleras o los países asiáticos (12), sacaban provecho de la ganga, salían del capital de los bancos en cuestión, una multitud de nuevos pequeños accionistas entraban en eso llenos de esperanzas. Cuando descubran que los reembolsos de fondos públicos son sólo una gota de agua con relación a lo que estos mismos bancos obtuvieron de la ayuda pública (especialmente para garantizar sus activos tóxicos) y qué, de aquí tres a cuatro meses como máximo (como analizamos en este GEAB N°36), estos mismos bancos estén a punto naufragar nuevamente, comprobarán, impotentes, que sus acciones nuevamente no valen nada.
Crecimientos respectivos del PNB, en verde, y de la deuda estadounidense, en rojo, (en Mil millones USD, - Fuentes: US Federal Reserve / US Bureau of Economic Analysis / Chris Puplava , 2008
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22.Jun.09

Controlar las semillas es controlar a los pueblos

 

Con la excusa de contribuir al desarrollo del planeta, un pequeño grupo de empresas controlan a nivel mundial las semillas necesarias para la siembra. Con los transgénicos y sus patentes, tienen la llave de la cadena alimentaria. Mario R. Fernández de Alternativa Latinoamericana, ha investigado el tema.

-¿En qué consiste la industria de los agronegocios y qué se esconde tras esa supuesta labor de “contribuir al desarrollo en el mundo?

 

-En primer lugar, la industria de los agronegocios es una infraestructura productiva mundial de alimentos, controlada por unas pocas corporaciones privadas. Se basa en algo tan antiguo como la agricultura y la producción de alimentos, algo que forma parte del proceso de desarrollo de la humanidad que pasa de recolectora a domesticadora y productora de alimentos básicos para todos. Por eso se habla de la “privatización” de un bien que es común -“common,” en inglés-; una manera de apropiarse unos pocos, de algo que nos pertenece históricamente a toda la humanidad. Es transformar a la agricultura en “industria”.
Este gran negocio comienza en EEUU con los Hermanos Rockefeller y su idea de poner en marcha un proyecto de expansión mundial, de diversificación de sus negocios, de dominio, de poder y por supuesto de dinero. Son ellos los que ponen en marcha la denominada “Revolución Verde,” que comienza en los años 50 en México y que luego se completa con su otro proyecto, la llamada “Revolución Genética”.
Para ayudar a toda esta expansión, se ponen en marcha dos argumentos que poco a poco van tomando fuerza. Uno, problematizar el crecimiento de la población del mundo -una perspectiva que ya había empezado con Malthus-. Y por otro, la idea de que sólo un sistema de “libre mercado” podría asegurar el alimento a esa creciente población. Otras alternativas, como por ejemplo el comunismo, fueron directamente rechazadas por el mismo Rockefeller,  por su ineficacia para conseguir “alimentar al mundo.”  El argumento ideológico final era llegar a establecer una conexión entre los Rockefeller y el “desarrollo del mundo”.

-¿Quién controla hoy los alimentos y cómo?

 

-Fuera de las corporaciones que comercializan los alimentos, como Cargyll que se dedica a los granos, y los especuladores que operan en la Bolsa de valores, el control de los alimentos está realmente en manos de cuatro corporaciones. F. William Engdahl las llama “los cuatro jinetes del apocalipsis de los transgénicos” y son las siguientes: Monsanto Corporation, Du Pont Corporation y su Pioner Hi-Brend International, y Daw Agro Sciences -todas americanas-, y Syngenta, que es suiza. Estas corporaciones utilizan como su mayor arma los transgénicos, o semillas genéticamente modificadas.
El Congreso de los Estados Unidos concedió a estas corporaciones un derecho exclusivo de patente sobre estas semillas, y lo hizo supuestamente para proteger a estas semillas y evitar que fueran contaminadas con DNA (material genético) ajeno al del genoma de la planta -evitando que fueran transformadas o substancialmente alteradas-.

-¿Que papel juega en todo esto el “boom” de las semillas modificadas genéticamente?

 

-Estas “semillas modificadas,” ahora patentadas, son un producto que va al mercado. Las corporaciones dueñas de estas patentes usan estrategias para colocar su producto en el mercado mundial. Engdahl, en su libro “Semillas de destrucción”, explica tres fases estratégicas en la colocación de semillas modificadas genéticamente por parte de las grandes corporaciones. La primera es unirse a..., o comprar compañías locales de cierta importancia. La segunda es asegurarse de obtener patentes locales de técnicas de ingeniería genética sobre variedades, o bancos de semillas relevantes. Finalmente, tienen que vender sus semillas a los agricultores o campesinos, y al hacerlo les hacen firmar un compromiso por el cual no pueden quedarse con semillas de segunda generación sino que comprarán sus semillas para la próxima siembra a la corporación -algo que tendrán que hacer cada año a un elevado coste-. Estas estrategias son las legales, pero también utilizan tácticas ilegales para imponer las semillas genéticamente modificadas a los agricultores, campesinos o países. La coacción directa e indirecta para forzar la compra, o el contrabando, son algunas de ellas.

-¿Existen países que no hayan sucumbido a la “invasión” de los transgénicos?

 

-Probablemente sí, porque el mecanismo que estas corporaciones usan para introducir sus semillas transgénicas de alguna forma depende de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Por lo que, es posible que no todos hayan sucumbido aún a los transgénicos. Pero es difícil saberlo a ciencia cierta. Por ejemplo en 2004, el 56% del poroto -brotes- de soja  y el 28% de algodón en el mundo, eran transgénicos. En el Tercer Mundo estas semillas se impusieron fundamentalmente por el nivel de vulnerabilidad que estos países tenían y por la complicidad de sus gobiernos y élites -como fue el caso de Argentina-. Pero en otros lugares se impusieron por la fuerza, como se aplicó en Iraq después la invasión, como parte de la terapia de shock económico.
Durante un tiempo la Unión Europea no permitió transgénicos por cuestiones científicas y de salud -se cuestionaban los efectos de estos alimentos sobre la población-;  pero en 2006 cambia de opinión. No es fácil saber cuántos transgénicos existen ni en qué países. Por el momento Estados Unidos, Canadá y Argentina son los que tienen el mayor índice de contaminación de granos genéticamente modificados.

-¿Qué labor ha desempeñado y desempeña en todo esto la Organización Mundial del Comercio y el Banco Mundial?

 

-La OMC ayudó a imponer el marco legal en el que se patentan las semillas transgénicas. El marco legal lo forman los “Derechos de Propiedad Intelectual Relacionados con el Comercio” (Trade Related Intellectual Property Rights), unas normas que todos los países miembros de la OMC debían aprobar para proteger las patentes de las plantas. Es así como las semillas se transformaron en productos con patente. En el 2003, atendiendo a una demanda de Estados Unidos, Canadá y Argentina (los países más contaminados por los transgénicos), un panel presidido por el juez suizo Christian Haberli falla en contra de la Unión Europea por “no cumplir con sus obligaciones” como miembro de la OMC -lo que podría suponer multas anuales de cientos de millones de dólares-.
Por otro lado, el Banco Mundial desde su creación ha sido un instrumento de dominación de occidente, principalmente de Estados Unidos. Las conexiones de la élite norteamericana con el Directorio del Banco Mundial han ayudado a financiar proyectos para sistemas de riego, presas, etc. elementos necesarios para la puesta en marcha de la “Revolución Verde”.  La Revolución Verde ha sido una revolución química llevada adelante por corporaciones petroquímicas que han impuesto el uso de herbicidas y pesticidas a muchos de los países pobres (o en vías de desarrollo, como se los llama), que no tenían posibilidad de comprarlos sin los créditos facilitados por el Banco Mundial.

-¿Cómo pueden reaccionar los pueblos ante tanto atropello? ¿Qué hacer?

 

-El ejemplo de la Unión Europea muestra que es legítimo resistir y que es posible hacerlo aunque sólo sea para detener el proceso y crear una conciencia al respecto de esta imposición de transgénicos -especialmente cuando desconocemos las consecuencias que tienen para la salud y en el marco de la soberanía nacional-.
Vandana Shiva, premio Nobel Alternativa, ha organizado la resistencia campesina en India y ha contribuido al conocimiento sobre los transgénicos. Shiva ha escrito numerosos libros entre ellos “Monocultures of the Mind” (Monoculturas de la Mente), “Earth Democracy. Justice, Sustainability and Peace” (Democracia de la Tierra. Justicia, Sustentabilidad y Paz), “India Dividida. Asedio a la Diversidad y a la Democracia.” Shiva ha creado el movimiento NARDANAYA. En Latinoamérica, el Movimiento de los Trabajadores Rurales sin Tierra de Brasil, que es uno de los movimientos más activos y conocidos internacionalmente, ha luchado en contra de los transgénicos a lo largo de más de veinticinco años. A nivel personal es importante que la gente se informe. Escritores como F. William Engdahl, con su libro “Seeds of Destruction. The Hidden Agenda of Genetic Manipulation” han contribuido a que entendamos la agenda que se nos quiere imponer. Michel Chossudovsky ha mostrado lo que se esconde tras la globalización en su libro “Globalización de la Pobreza y el Nuevo Orden Mundial” (The Globalization of Poverty and the New World Order) edición Siglo XXI. El profesor Chossudovsky también mantiene una web, recientemente premiada con el Premio Internacional de Periodismo por el Mejor Portal de Investigación Internacional: www.globalresearch.ca

 
21.Jun.09

El decrecimiento es el futuro

 

No podemos seguir produciendo a costa de los recursos limitados del planeta, de los ciudadanos del Tercer Mundo o incrementando el cambio climático. Decrecer es necesario y supone un cambio de valores, como desarrolla Carlos Taibo en su libro 'En defensa del decrecimiento' (Editorial Catarata).

-La crisis existente se centra en la economía, pero no es la más importante a la que asistimos. ¿Qué hay más allá del descalabro financiero?

 

-Creo que hay como poco otras tres crisis importantes. La primera se llama cambio climático, que es un proceso ya activo que no tiene ninguna consecuencia saludable. La segunda es el encarecimiento inevitable en el corto y medio plazo de la mayoría de las materias primas energéticas que empleamos y la tercera y ultima, por dejar las cosas ahí, es la sobrepoblación que afecta a buena parte del planeta. La crisis financiera es la única que interesa a nuestros medios de comunicación y a nuestros gobernantes y creo que se ha traducido en un retroceso visible en el tratamiento de las otras tres. Algo que me aconseja concluir que el escenario es realmente muy delicado.

-¿Por qué afirma que “desde la economía oficial se confunden interesadamente crecimiento y bienestar” y por qué considera falsa esa afirmación?

 

-Uno de los grandes mitos de la economía oficial es el del crecimiento. La economía oficial dice que el crecimiento genera cohesión social, que facilita el asentamiento de los servicios públicos y que dificulta el crecimiento del desempleo y de la desigualdad. A mí me parece que sobran las razones para cuestionar todo esto. El crecimiento económico no provoca necesariamente cohesión social, y se traduce a menudo en agresiones medioambientales literalmente irreversibles, facilita el agotamiento de recursos escasos que no van a estar a disposición de las generaciones venideras y nos sitúa en un marco de un modo de vida esclavo que nos aconseja concluir que seremos más felices cuantos más bienes acertemos a consumir. Todas estas “verdades” merecen ser cuestionadas hipercríticamente.

-¿Qué efectos negativos planetarios ha tenido el crecimiento del mundo occidental?

 

-El crecimiento del mundo occidental se ha traducido en dos circunstancias importantes que tienen que ver, no ya con el crecimiento, sino con el propio capitalismo. La primera nos habla de un sistema incapaz de resolver los problemas vitales de la mayoría de los habitantes del planeta. Y la segunda se refiere al despliegue de procedimientos de agresión contra la naturaleza que ponen en peligro la vida de la especie humana y de las demás especies. Con ello no estoy afirmando que en todo momento el crecimiento haya sido un factor negativo.

-Asegura que “el crecimiento en los países del Norte propicia el asentamiento de un modo de vida esclavo”, ¿por qué?

 

-Porque nos invita a concluir que vamos a ser más felices cuantas más horas trabajemos, más dinero ganemos y más bienes acertemos a consumir. En el libro me refiero a los tres pilares de esta sinrazón: el primero es la publicidad que nos obliga a comprar lo que no necesitamos, el segundo es el crédito que nos permite conseguir los recursos aún cuando carezcamos formalmente de ellos, y el tercero y último es la caducidad, los bienes están programados para que dejen de servir en un periodo de tiempo muy breve y nos veamos en la obligación de adquirir otros nuevos.

-Entonces, ¿el decrecimiento trae consigo un modo de vida más libre, basada en el principio de “Trabajar menos para trabajar todos”?

 

-Al menos puede traerlo. Nos invita a liberarnos de determinadas ataduras y a ser más conscientes de lo que hacemos. La apuesta de quienes defendemos el decrecimiento es  generar un escenario en el que trabajando menos, consumiendo menos, y dedicando más tiempo a la vida social, la calidad de nuestra vida se acreciente sensiblemente.  Acrecentaría el tiempo dedicado a la vida social, en detrimento del consumo, la producción o la competición. El decrecimiento implicaría la gestación de fórmulas de ocio creativo, acarrearía el reparto del trabajo -que es una vieja demanda sindical que ha ido cayendo en el olvido-, nos obligaría a reducir el tamaño de mastodónticas infraestructuras de transporte y de comunicación, permitiría un vuelco sobre lo local en vez de sobre lo global y reclamaría una relación de simplicidad voluntaria y de sobriedad que creo que cada vez falta más entre nosotros. Lo que tenemos que hacer desde el principio es preguntarnos si la vida que llevamos en sociedades marcadas por el trabajo y por el consumo es realmente la vida que nos gusta.

-Eso supone un importante cambio de mentalidad...

 

-Claro. Más que dificultades técnicas o tecnológicas en el decrecimiento -que no las aprecio, y en cualquier caso serían menores que las vinculadas con los proyectos de crecimiento-, creo que lo que implicaría sería un cambio de chip mental que tendría que ser radical. Aprender a relacionarnos con los restantes seres humanos y con la naturaleza de manera diferente.

-Pero, ¿cree que las empresas dejarían de producir por sí mismas, a menos que los ciudadanos dejemos de consumir?

 

-Creo que deberíamos dejar de consumir por un lado, y por otro ejercer presión para que aquellas empresas que se dedican a producir bienes lesivos para la naturaleza dejen de hacerlo. En cualquier caso nuestra apuesta tiene que ser por cerrar parte de la actividad en industrias como la automovilística, la militar, la de la aviación, la de la construcción o la de la publicidad, por proponer cinco ejemplos. Alguien se preguntará, ¿qué hacemos con los millones de trabajadores que en la UE quedarían en desempleo de resultas de lo anterior? Pues por un lado colocarlos en una economía social y medioambiental que tiene que crecer y por el otro repartir el trabajo en los sectores económicos que permanecerían sobre el terreno.

-¿El dinero tiene que volver a tomar cariz humano, social y medioambiental?

 

-Supongo que a la larga nuestro propósito sería abolir el dinero, pero si en sociedades complejas tenemos que seguir utilizando estos instrumentos, en efecto, habría que dedicar no ya al dinero, sino al conjunto de las actividades económicas, una dimensión social y medioambiental mucho más grande de la que tienen hoy.

-Afirma que hay un tiempo para cambiar, que “si no decrecemos voluntariamente y racionalmente tendremos que hacerlo obligados por las circunstancias de carestía de la energía y el cambio climático”. ¿Qué supone hacerlo en uno u otro caso?

 

-Es claramente preferible -ya que tenemos que decrecer porque el planeta tiene sus límites-, hacerlo de manera consciente, racional, solidaria, social y ecológica, y no aguardar a que el capitalismo global que padecemos se desfonde y genere un caos de escala planetaria que por fuerza llevará aparejado un sufrimiento ingente para la mayoría de los habitantes del planeta. Creo que al final ese es el mensaje central, que empleo en el libro.

-Ante la crisis, ¿cuáles son los posibles escenarios futuros?

 

-Yo manejo dos escenarios distintos. Uno nos habla de un renacimiento de los movimientos de contestación, que probablemente van a ver cómo muchos de los mensajes aparentemente radicales que emitían, van a encontrar un mayor caldo de cultivo. El otro escenario lo llamo darwinismo social militarizado, y son fórmulas que recuerdan poderosamente a muchas de las políticas que abrazaron los nazis alemanes ochenta años atrás. Implican que desde algunos de los principales estamentos del poder político y económico -conscientes de la escasez general que se avecina-, se decida preservar esos recursos escasos en provecho de una escueta minoría de la población planetaria, de la mano de proyectos por fuerza violentos.

-¿De qué dependerá que se viva una u otra opción?

 

-En buena medida de nosotros, de nuestra lucidez a la hora de ser capaces de modificar las reglas del juego, de plantear en serio a los dirigentes políticos horizontes distintos de los que ellos mismos están defendiendo ahora. Eso sería ahora que tenemos tiempo, aunque empieza a faltarnos. De cualquier manera hay algunos datos incipientes que demuestran que los ciudadanos de a pie empiezan a percatarse de la sinrazón de nuestra actual forma de vida.

-Centrémonos en el segundo escenario. ¿Son posibles las revueltas de una sociedad descontenta, que quiere mantener sus privilegios y estado económico y expulsa a los más pobres e indefensos?

 

-Creo que es perfectamente creíble que en ese escenario de darwinismo social militarizado se produzca lo que tú estás sugiriendo, y en realidad sospecho que muchas de las políticas que empiezan a emerger en los países ricos hunden sus raíces en proyectos de esa naturaleza. No es estrictamente preciso hablar de revueltas. Si uno presta atención a las nuevas leyes sobre inmigración que está aprobando la aparentemente civilizada UE, estará obligado a concluir que algo de esto se está cociendo.

-¿Por qué estamos tan convencidos de que no se repetirán las soluciones tomadas por el nazismo, donde una parte escogida de los ciudadanos se alzaron con los recursos, privando a otros de ellos?

 

-No estamos tan convencidos, porque el riesgo de retornos autoritarios está presente en nuestras sociedades y que ese riesgo se acrecienta en escenarios de crisis. Los políticos y medios de comunicación quieren que creamos que el fin de la crisis está cerca, pero es un procedimiento de manipulación que se encamina a conseguir que los ciudadanos no se hagan las preguntas de fondo. El procedimiento acabará por chocar con la realidad. Tenemos que empezar a cuestionar la idea de que nos hallamos ante un capitalismo que registra crisis cíclicas. Sospecho que no va a haber ninguna etapa de bonanza en el futuro, a menos que cambien drásticamente las reglas del juego, algo que no aprecio en ninguna de las medidas contra la crisis que abrazan nuestros gobernantes.

-El miedo de los propios ciudadanos alemanes les convirtió en seres entregados y obedientes. Fue un miedo creado artificialmente por  Hitler y afines. ¿En qué puede desembocar unos ciudadanos con miedo a que los inmigrantes les quiten el trabajo, a no tener qué comer, a perder su bienestar...?

 

-En primer lugar en actitudes visiblemente hostiles y castigadoras frente a las minorías foráneas que están presentes en nuestros países. Creo que este es un dato fundamental. Has mencionado una palabra decisiva: miedo. Lo que creo que va a ocurrir es que nuestros gobernantes van a intentar amedrentar a la ciudadanía de la mano de mensajes del tipo “si quieren ustedes conservar una parte de sus privilegios, acepten sin rechistar el conjunto de restricciones de derechos que vamos a intentar desplegar los gobernantes”

-¿Podríamos incluso asistir a la extinción democrática?

 

-Es uno de los riesgos que está en el horizonte, o en su defecto una reducción dramática de nuestros derechos justificada legalmente sobre la base de procedimientos aparentemente democráticos. Creo que este es un horizonte perfectamente creíble en los países democráticos

-¿Cuál es su propuesta alternativa? ¿Necesitamos volver a una conducta colectiva, creando un movimiento en favor del decrecimiento?

 

-Tenemos necesidad de hacerlo, pero tenemos también la obligación de modificar nuestros hábitos cotidianos. Creo que una de las ideas del pasado que conviene cuestionar es la de que sólo vamos a transformar esto si actuamos de manera colectiva. Tenemos que actuar colectivamente, pero difícilmente vamos a modificar las cosas si en nuestra vida cotidiana no somos capaces de introducir esos valores que reivindicamos para el futuro

Carlos Taibo, profesor de Ciencia Política en la UAM

 
20.Jun.09

Os economistas do nosso atraso

 

A propósito de um manifesto:

"Manifesto de economistas defende adiamento do novo aeroporto"

 

"Entre os subscritores do documento estão também Arlindo Cunha, Augusto Mateus, Daniel Bessa, Henrique Medina Carreira, Henrique Neto, João Duque, João Salgueiro, Luís Campos e Cunha, Manuel Jacinto Nunes, Miguel Beleza, Miguel Cadilhe, Mira Amaral, Rui Moreira, Sarsfield Cabral, Vítor Bento, entre outros." - Sol

 

Todos considerados economistas de 1.º plano. Alguns já foram ministros. E, com eles, Portugal é o que é!

 

Independentemente do juízo sobre a bondade da posição que ora tomam, bem podem ser classificados como os economistas do nosso atraso.

 

E ainda sobre o manifesto, ler:

 

SÓ AGORA E COM POUCA LUCIDEZ

 
20.Jun.09

Estarei a ler bem?

 

Netanyahu

Junho 16, 2009 by José Saramago

 

Só porque não podia continuar calado é que falou. Encostado à parede pelo presidente dos Estados Unidos, o primeiro-ministro israelita condescendeu, finalmente, em admitir a criação de um Estado palestino.

 

Não foi mais longe. Ou sim, exigiu que esse futuro Estado (sê-lo-á alguma vez?) não tenha exército e que o seu espaço aéreo seja controlado por Israel. Quer dizer, novas formas de manter os palestinos na situação de menoridade política em que têm sido forçados a viver pela opressão judaica. No entanto, o outro ponto essencial da posição de Barack Obama, o dos assentamentos e dos colonos, não mereceu a Netanyahu uma única palavra.

 

Ora, todo o mundo sabe que a Cisjordânia, em teoria espaço “nacional” do povo palestino, está coberto de assentamentos, uns “legais” (isto é, autorizados e construídos pelo governo de Tel-Aviv), outros “ilegais” (aqueles a que o mesmo governo tem feito vista grossa). No total, são mais de 200 assentamentos e neles vivem meio milhão de colonos, que hoje, a todas as luzes, se apresentam como o maior obstáculo à paz, além do reconhecimento do direito dos palestinos a um Estado independente e viável. Já o havia feito antes o próprio Bush pai quando fez ver a Israel que querer falar ao mesmo tempo de paz e assentamentos era uma contradição insanável.

 

Disto parecia estar consciente o ex-primeiro-ministro Ehud Olmert que em declarações ao jornal Haaretz em Novembro de 1907 disse que se não se chegasse rapidamente a uma solução com dois Estados, “o Estado de Israel estaria acabado”. Não fez nada para que a questão se resolvesse, mas as palavras aí ficam.

 

Elas ajudam a compreender como os colonos sempre foram a espada de Dâmocles suspensa sobre os governos israelitas e agora, por maioria de razão, sobre a cabeça de Netanayhau.

 

Creio que Israel vive sob o medo de ter de voltar à diáspora, à dispersão pelo mundo que parece ser o seu destino. A mim não me alegra nada, mas haveria que ver se os judeus de Israel tiveram os governos de que a paz necessitava. Dêem-lhe as voltas que quiserem, a resposta é negativa.